Los asistentes virtuales se han convertido en una herramienta muy útil y popular en los últimos años. Podemos usarlos para buscar información, controlar dispositivos domésticos, reproducir música, hacer compras y mucho más. Sin embargo, ¿sabemos realmente cómo funcionan estos dispositivos y qué riesgos implican para nuestra privacidad y seguridad?
¿Cómo funcionan los asistentes virtuales?
Los asistentes virtuales son programas informáticos que usan inteligencia artificial para procesar el lenguaje natural y responder a las solicitudes de los usuarios. Para ello, necesitan acceder al micrófono del dispositivo donde están instalados, ya sea un altavoz inteligente, un teléfono móvil, una tableta o un ordenador.
Cuando decimos el comando de activación del asistente (por ejemplo, “Ok Google”, “Alexa” o “Hey Siri”), el dispositivo empieza a grabar nuestra voz y la envía a un servidor remoto donde se analiza y se genera una respuesta. Esta respuesta se envía de vuelta al dispositivo y se reproduce por el altavoz.
¿Qué riesgos tiene este proceso para nuestra privacidad?
El hecho de que nuestros dispositivos estén constantemente escuchando y enviando nuestra voz a servidores externos puede suponer un riesgo para nuestra privacidad por varias razones:
- Puede haber errores o fallos que hagan que el dispositivo se active sin que nosotros lo queramos y grabe conversaciones privadas o sensibles que no queremos compartir con nadie.
- Puede haber ataques informáticos o filtraciones de datos que permitan a terceros acceder a nuestras grabaciones de voz sin nuestro consentimiento y usarlas para fines maliciosos, como el robo de identidad, el chantaje o la extorsión.
- Puede haber usos comerciales o publicitarios de nuestras grabaciones de voz por parte de las empresas que ofrecen los servicios de los asistentes virtuales, que pueden usarlas para crear perfiles de nuestros gustos, intereses y hábitos de consumo y mostrarnos anuncios personalizados.
¿Qué podemos hacer para proteger nuestra privacidad?
Aunque los asistentes virtuales pueden ser muy útiles y divertidos, también debemos ser conscientes de los riesgos que implican para nuestra privacidad y seguridad. Por eso, es importante tomar algunas medidas para protegernos:
- Revisar las configuraciones de privacidad de nuestros dispositivos y aplicaciones y desactivar o limitar las opciones que nos parezcan invasivas o innecesarias.
- Borrar periódicamente las grabaciones de voz que se almacenan en los servidores de las empresas que ofrecen los servicios de los asistentes virtuales. Podemos hacerlo desde sus páginas web o aplicaciones.
- Usar el botón de silencio o apagar el micrófono de nuestros dispositivos cuando no queramos usar los asistentes virtuales o cuando tengamos conversaciones privadas o sensibles.
- Ser cuidadosos con lo que decimos delante de nuestros dispositivos y evitar compartir información personal o confidencial por voz.
Los asistentes virtuales son una tecnología increíble que nos facilita la vida, pero también debemos ser responsables y prudentes con su uso. Así podremos disfrutar de sus ventajas sin poner en peligro nuestra privacidad y seguridad.